domingo, 27 de septiembre de 2009

DIOS Y QUIÉN MÁS?

Oimos la expresión: con la ayuda de Dios y ........., voy a lograr esto o aquello.
Otras personas invocan el nombre de Dios supuestamente "solo", pero les es tan dificil confiar completamente sus cosas a El completamente, que siempre terminan ayudándole con algún recurso, por si acaso.
"Ayudate que yo te ayudaré", se ha vuelto la frase más usada por muchos que se dicen cristianos y aun de los que no lo son. Por esto muchos que creen, van a la iglesia, leen la Biblia y practican alguna doctrina terminan usando "extras" que son prohibidas por la inefable Palabra de Dios.
"...Errais ignorando las Escrituras y el poder de Dios" Mateo 22: 29. Es la verdad más grande que experimentamos hoy en las iglesias y congregaciones, es el cancer de la iglesia. Nos acostumbramos a solo escuchar los sermones, a creer completamente a los sacerdotes, líderes y pastores; sin comprobar que lo que enseñan sea correcto, pues no estudiamos la Biblia, no meditamos, somos perezosos y peor aun facilistas; solo oimos lo que queremos escuchar.
Los seres humanos nos hemos acostumbrado a que necesitamos tocar y ver para creer, esto no solo sucedió con Tomás después de la resurrección de Jesús; recordemos el evento en el desierto cuando Dios llamó a Moises subir al monte a recibir las tablas de la ley, los israelitas luego de varios días y no tener noticias, hicieron el famoso becerro de oro para adorarle; qué tremendo, ellos mismos habian presenciado maravillas y milagros portentosos de parte de Dios; pero en un momento menor a un mes ya necesitaban cimentar su fe en un ídolo.
La pregunta es: En quién has creido?, tu fe está puesta solo en Dios? o estás "ayudándole" a Dios a hacer las cosas?
La vida de fe es dificil de vivir en nuestros propios esfuerzos, pues creemos según nuestra creencia, mas no por lo que nos dice la Palabra, somos ignorantes espirituales y lo peor es que estamos sinceramente equivocados.
El apóstol Pablo les dijo a los Corintios algo muy válido para nuestros días: " De manera hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo".
Capítulo 3 de la primera epístola a los Corintios.
La vida de fe es dificil de vivir si lo hacemos como carnales, de modo que debemos aprender a vivir como espirituales, y asi tendremos victoria, y no necesitaremos de "ayudas extras" para disfrutar de la vida abundante que Jesucristo tiene para nosotros.
La vida de fe es posible si aprendemos a vivirla como debe ser, y asistidos por quien debe ser; la próxima semana empezaremos a descubrir cómo hacerlo; de la mano del Dios "desconocido".
ah y recuerde no me crea, sea diligente y compruebe en la Palabra que lo que le comparto sea verdad; muchas bendiciones en su vida y en la de los suyos.
Fernando José Sarmiento M. Tels. 316 628 3004 313 499 0086 Colombia
786 347 7756 línea USA.

domingo, 20 de septiembre de 2009

EL AMOR

Había una vez un obispo medio excéntrico a quien le gustaba recorrer su diócesis disfrazado, para ver cómo se estaban portando los clérigos. Un día llegó a cierta iglesia, vestido como un vagabundo, y llamó a la puerta de la rectoría. Salió a abrir la esposa del vicario, mujer que no perdía ocasión de hacer obra “evangelística”. Antes de darle cualquier limosna al vagabundo, le preguntó si sabía cuántos eran los mandamientos. “Son once”, dijo el obispo. “Te equivocas, son diez” dijo la mujer con altanería. Al día siguiente, domingo, el obispo predicó en esa iglesia. Mirando directamente a los ojos de la mujer del vicario, anunció el texto sobre el cual iba a predicar: “Un nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros”.

Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.
Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;
no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido;
no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;
todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño.
Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara;
ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el amor.
I Corintios 13.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 5: 22-23.

A menudo oímos leer este texto, pronunciando la palabra “fruto” en plural, como si las cosas que siguen fueran manzanas, peras, duraznos, uvas, todas juntas creciendo del mismo árbol. Esta interpretación oscurece el significado del texto. Un manzano puede dar toda clase de frutos que varíen de color, forma y tamaño, pero todos ellos, serán de la misma clase fundamental, y por eso las llamamos manzanas. El fruto del Espíritu es amor. Pero amor, igual que muchas otras palabras, es mal comprendido generalmente, y es usada en el sentido de un mero sentimentalismo que empequeñece su significado. Amor es una palabra fuerte. Tiene una gran riqueza de significado comprehensivo. El apóstol se esfuerza en explicar todo su significado, y después de decir que el fruto del Espíritu es amor, da una serie de palabras que amplían su significado. Es como si dijera: “El fruto del Espíritu es amor, pero el amor es... Y entonces agrega ocho definiciones del término, dos de las cuales son palabras referentes a sentimientos y seis son referentes a acción. Esta propor­ción matemática es necesaria porque, por lo general, hay una tendencia a degenerar el amor en un simple sentimiento. Hay una gran diferencia entre el amor que dice sentir una pareja de adolescentes, y el amor que demuestra tener una pareja de mediana edad, uno de los cuales ha quedado permanentemente inválido y al cuidado continuo del otro. En este segundo caso, el sentimiento se ha convertido en acción.
Los seis términos que Pablo usa para definir el amor como acción, están agrupados en tres pares que cubren todas las posibles relaciones en las cuales puede expresarse el amor como fruto del Espíritu. Esto quiere decir que no hay una sola relación humana que no sea afectada por la presencia del Espíritu en el corazón. Nosotros podemos tener sólo tres tipos de relaciones: con Dios primeramente, con nuestros prójimos en segundo lugar y finalmente con nosotros mismos.
Paciencia y benignidad describen la acción del amor en relación con otros. La paciencia es la virtud que necesitamos cuando estamos abajo, cuando somos dominados por alguien y no podemos defendernos a nosotros mismos. En este caso, el amor es una manifestación pasiva, y le llamamos paciencia. Pero la paciencia necesita bondad. Algunas personas sufren con paciencia, porque no pueden hacer otra cosa. Pero carecen de bondad. Gentileza es la palabra que debemos aplicar cuando estemos por encima de todos y disfrutemos de autoridad. Entonces la manifes­tación palpable de nuestro amor será la gentileza.
Nuestra relación con Dios, cuando estamos bajo el control del Espíritu Santo, debe manifestarse en la forma de bondad y fe. No podemos hablar de nuestra relación con Dios sin ser teológicos. La fe y la bondad se enseñan a menudo, teológicamente, por separado. Pero deben formar una síntesis viviente, tal como Pablo hace aquí. Es propio decir que la salvación es por la fe. También es propio decir que la salvación es por la bondad. Cuando alguien dice que la salvación es un don independiente de nuestras obras, dice una gran verdad. Sin embargo, la verdad total del evangelio exige que la salvación produzca bondad. Cualquier cosa que quisiéramos significar al hablar de salvación por la fe, tiene que ser una salvación que no condena el pecado ni deja ningún lugar para el mal. La justicia no sólo debe ser imputada—tal como decían los antiguos teólogos, sino también impartida.
Uno de los hechos singulares de la naturaleza humana es que podamos tener relaciones con nosotros mismos. Es decir, que podamos hablarnos a nosotros mismos, refrenarnos y examinarnos a nosotros mismos, y manejarnos a nosotros mismos. Sin duda alguna, nuestro mayor problema en nuestra vida lo constituimos nosotros mismos. Pero sin embargo, cuando poseemos la plenitud del Espíritu, El pone el fruto del amor en esas relaciones y el amor se manifiesta en dos direcciones: mansedumbre y templanza (o sea el dominio propio). Aquí hay otra paradoja viviente, otra tensión entre dos polos, que se mantiene en la síntesis del, amor. Cualquiera de esos dos polos, tomado aparte, se vuelve muy peligroso.
La esencia de la santificación es una completa y total entrega. Pero esto es más que un simple y aislado acto. Iniciada la santificación como un acto, debe ser mante­nida como una condición. Y un estado constante de sometimiento es definido aquí para nosotros como mansedumbre. Hay un peligro aquí, no obstante, si suponemos que nuestra santificación consiste en la condición en que meramente cedemos, y somos pasivos, débiles e irresponsables. La mansedumbre y el sometimiento continuo deben ser acompañados por un concepto nuevo y mayor. Dios acepta nuestra entrega total solamente para regresarnos nuestras vidas en forma de un depósito del que somos mayordomos.
La prueba de que Dios nos acepte es un paso gigantesco de fe de parte de Dios. El nos devuelve todo lo que damos, pidiendo de nosotros sólo que seamos fieles mayordomos. Cada parte de nuestra naturaleza puede ser usada como un instrumento de rebeldía. Cualquier elemento puede convertirse en un arma para combatir a Dios. Y como hemos visto, la línea entre la mayordomía que honra a Dios, y la mayordomía para la gloria del yo se cruza tan fácil e involuntariamente que sólo la voz del Espíritu Santo puede guardarnos de las tretas del diablo aquí descritas. Pero Dios corre el riesgo. Nuestra lealtad toca y satisface un deseo muy profundo de Dios, y El la recompensa con el inmenso honor de nombrarnos sus mayordomos. Por lo tanto, Dios no nos priva de nuestro ser, sino que, conforme lo rendimos a El constantemente, El constantemente lo pone en nuestras manos, en mayordomía eterna. No nos corta la lengua, pero espera que la gobernemos para su gloria. No nos quita la sensibilidad, o el apetito, o nuestros instintos o capacidades, pero El ha determinado un día en que nos pedirá que rindamos cuentas de cómo hemos usado todo ello. Dado que la esencia de nuestra entrega a Dios es la entrega de nuestro yo, entonces la mayordomía del yo viene a ser el auto-control. Y eso es el polo opuesto a la mansedumbre, en la tensión de amor que existe dentro del yo.
Mucho se ha dicho acerca de la disciplina del yo entregado a Dios. Algo más necesita ser dicho, sin embargo, acerca del amor como emoción, en cuanto a conservarlo en correcta relación a la acción. La emoción es parte esencial de la vida y no debe divorciarse de la experiencia cristiana. Podemos asegurar que el cristianismo sin la emoción no es un cristianismo viviente. Por supuesto, el ejercicio de las emociones requiere disciplina.
El Espíritu de Santidad por Everett Lewis Cattell, material usado con permiso del Seminario Reina Valera. Texas.
Con mi mejor deseo para todos, que Papito Dios nos continúe bendiciendo y nos permita conocerle mejor y disfrutar de su amor para poder darlo a los demás, recordemos que solo el Espíritu de Dios nos llevará al pleno conocimiento de la verdad.

sábado, 12 de septiembre de 2009

SEGURIDAD ANTE TODO

Desde siempre la seguridad es muy importante, pero actualmente la preocupación de esta es más necesaria; todos buscamos tener segura nuestra casa, que su vehículo sea el más seguro, que su dinero esté en un banco seguro, las empresas quieren pasar más días sin accidentes de trabajo, para ser líderes en seguridad industrial, el auge por los seguros de vida ha crecido mucho; todo esto es bueno, siempre y cuando no se convierta en una obsesión.
La pregunta es: estoy seguro de quién soy, cuál es mi misión, me conozco realmente? recordemos que somos seres diseñados con tres dimensiones muy específicas: cuerpo, alma y espíritu, y en cada una de ellas necesitamos tener una seguridad específica para vivir armónicamente; sino me alimento bien mi cuerpo falla, si hay preocupaciones y desequilibrio, mi alma falla, y hasta aqui llega la mayor parte de veces nuestra preocupación por la seguridad propia; y qué del espíritu?
La búsqueda de seguridad en lo que no conocemos nos lleva a consultar el tarot, la adivinación, y un signúmero de cosas que hoy están en auge, pues queremos conocer el futuro para poder estar seguros; pero no lo hacemos correctamente; y lo que crean en nosotros es más inseguridad.
La búsqueda de Dios es algo que los seres humanos por naturaleza siempre haremos, pero es importante que lo hagamos de la manera correcta; acudimos a los sacerdotes, pastores o líderes para escuchar sus enseñanzas, y esto es bueno, pero es nuestra obligación comprobar que lo que nos enseñan sea verdadero, por que muchos se aprovechan y manipulan, con el interés propio.
El área espiritual es muy importante en nuestras vidas, pues de ella depende la armonía de todo nuestro ser; cononcerla, entenderla y saber alimentarla es supremamente vital para vivir seguros.
Recuerda que el nacimiento espiritual del que habló Jesús, es lo primero que debemos hacer para comenzar a disfrutar de esta área; desarrolla una buena relación con Dios, ora diariamente, orar es hablar con Dios, es algo fluido, que te salga del corazón, no son vanas repeticiones que se vuelven mecánicas, es un dialogo y por tanto hay que aprender a escuchar; desarrolla el hábito de leer la Biblia, para conocer a nuestro creador, busca siempre andar en buenos caminos naciendo buenas obras fruto de tu caminar con Dios, no guardes resentimientos, hay tantas recomendaciones, que no acabaríamos de enumerarlas.
Quieres seguridad en tu vida? abre tus ojos y oidos para descubrir donde está Dios, lo invisible de El se hace visible a través de lo visible de la naturaleza. Dios está más crca de lo que tu crees, recuerda que todos somos sus criaturas y estamos hechos a su imagen y semejanza; para qué entonces buscar afuera, lo que está muy dentro de nuestro ser y clama a gritos: "reconcíliate con tu creador"
Estas seguro de conocer a Dios??? El te conoce muy bien, y sabe perfectamente qué quieres, cambia tu idea de Dios; El te ama y quiere darte lo mejor. Búscalo, El quier ser tu Padre.

1Jn 5:14 Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye.
1Jn 5:15 Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.

sábado, 5 de septiembre de 2009

LA MUERTE PARTE 2

Hola, seguimos con estas meditaciones, la semana pasada hablamos de algo que aunque sabemos que es inevitable, no queremos aceptarlo, y menos si toca a nuestros más cercanos; la muerte, y le vimos tocante al aspecto físico, que aunque es doloroso, creanme que no es la parte más importante al respecto; recordemos un poco la situación de las dos primeras criaturas hechas por Dios, Adán y Eva; después de tener todo, tomaron su propio camino, desobedeciendo el diseño original de Dios, y por eso fueron sometidos a la muerte; pero, no murieron en ese momento, bueno eso es lo que pensamos; pero, aqui viene el pero de la situación, la muerte que ellos experimentaron no fue la física, la primera muerte fue la espiritual, recuerdan que el relato biblico nos enseña que Dios se paseaba por el Eden como lo hacia siempre?, y que Adán y Eva se escondieron, eso nos enseña que ellos lo veian cara a cara, habia una comunión intima, o nos escondemos de los que no nos ven?.

La muerte espiritual, o separación de Dios, es lo que la Biblia llama pecado, y aunque sigamos pensando que pecado es robar, matar, ser inmoral, etc...Pecado sencillamente es separación, es seguir nuestro propio camino ignorando las instrucciones del Diseñador de la vida, las otras cosas son solo consecuencias del pecado.

Existe actualmente un gran abismo entre Dios y el hombre pecador, el cual se ha tratado de vencer desde tiempos inmemoriales, con buenas obras, no haciendo mal a nadie, con sacrificios, mandas y un sin numero de cosas que el hombre se ha inventado para conseguir el cielo, la salvación eterna. Pero no lo logrará jamás por su propio esfuerzo.

Permítame aqui hacer un paréntesis, porqué el hombre desde siempre ha intentado "comprar" la salvación?, no que Dios no existe, que no hay nada después de la muerte?.

Hay algo en los seres humanos que muy adentro les lleva a pensar que efectivamente si debe haber algo mucho más grande, algo digamos, una "fuerza" que creó y sostiene el universo, algo que se llama conciencia, y ese algo lo hemos intentado acallar, pues, qué dirán los demás si yo creo en Dios?. Vuelve a leer el texto principal de este blog donde indico acerca de nuestro diseño: http://gotasdesanidad.blogspot.com/search?updated-max=2009-06-21T13%3A08%3A00-05%3A00&max-results=2

Pues bien la Palabra de Dios dice muy claramente que a causa de la desobediencia en el Eden, todos los seres humanos heredamos la muerte espiritual, lo que se llama el pecado original, y este estado sin resolver nos llevará a pasar una eternidad desgraciada; saber que existe un Dios, un cielo, una vida de eterna felicidad; y no poderla disfrutar, porque por un acto de orgullo, soberbia, ignorancia; negamos la existencia de una provisión para poder nacer de nuevo en el plano espiritual, y saber que aun muriendo físicamente, nuestra alma seguirá viviendo, pues nadie muere para siempre, hay un más alla; estás preparado(a)?.
Un principal de los fariseos fue confrontado por Jesús al respecto, cuando, supuestamente, conocía acerca de la salvación, qué debo hacer? y el Maestro le dijo: debes nacer de nuevo; pero cómo puedo meterme al vientre de mi madre? preguntó el principal de los judios; pensaba en el nacimiento físico; pero Jesús le indica que para ser salvo y alcanzar el cielo necesita nacer de nuevo pero espiritualmente; bueno y este hombre no cumplia los mandamientos, no oraba, no ayunaba, no daba las ofrendas en el templo?, eso no era suficiente?. Noooo, para nada los esfuerzos humanos de nada sirven, la salvación es un regalo que no merecemos pero a Dios le dió la soberana gana de darnoslo, si asi como suena, por que a El le plació, de gratis.
De modo que ahora la pelota está en tu cancha y debes tomar una desición si aun no lo has hecho, o si no tienes seguridad, debes nacer de nuevo; cómo hacerlo? sencillo más de lo que crees.
Arrepientete de todo corazón por haber manejado hasta el día de hoy tu vida a tu amaño, por haber desechado a Dios creyendo que es un mito, una leyenda que te contaron cuando niño; y toma la desición más sabia y valiosa de tu vida, para toda la eternidad, recibe a Jesucristo como tu señor y salvador, acepta ese maravilloso regalo que El te ha dado, pues ya es tuyo, solo tienes que disfrutarlo, y dile que quieres que entre a tu vida y ponga orden en ella y te permita experimentar la vida abundante y con propósito que hay para ti y agradecele por escucharte.
Y cree por fe que ya lo tienes, no esperes experiencias sentimentales, tan solo cree, aunque se pueden dar esas experiencias, eso depende de Dios, no de ti; confia en la Palabra de Dios que lo prometió: "Porque la paga del pecado es muerte, (separación espiritual) mas el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro." Romanos 6 : 23.

No te olvides de conocer a Dios, dedica tiempo a la oración, lee la Biblia, Búscalo mientras eso es posible, pues vendrán tiempos en que no podrá ser hallado.

Si necesitas más orientación, con gusto puedo orientarte.

Dios continue bendiciendote, El te ama y desea lo mejor para ti, qué deseas tu?.

Fernando Sarmiento. fejos@msn.com fejos60@gmail.com. Colombia.


El Portal de Blogs Cristianos Directorio Cristiano - Agregue su Blog