domingo, 30 de agosto de 2009

LA MUERTE PARTE 1

Seco, como esta fuente que ni siquiera me atrevo a mirar,
pero que visito frecuentemente.
Aquí estoy, después de tantas batallas cotidianas,
desanimado por las cosas que quise pero no pude lograr,
cansado; teniendo como fiel compañero mi bastón;
vengo cada día a cumplir la cita con la soledad, mi soledad,
que me acompaña y me envuelve, y al igual que yo nos aferramos uno al otro
y esperamos a mi otra amiga; la anhelada,
la que me ha coqueteado últimamente, pero que cuando le miro fijamente
y me dispongo a entregarme en sus brazos, se escapa….,
como la amante que prepara su gran noche,
como el malvado gato que juega con el mísero ratón.
Ambos sabemos que el clímax llegará…, ella mejor que yo…
pero ya disfrutamos de esta rutina, se acerca y se va…
por eso vengo a esta fuente;
pues quiero irme mirando la oquedad bajo su capucha,
se que si me duermo aprovechará el momento
y no podré disfrutar de su placer.

Foto y texto: Fernando Sarmiento.


Según el significado del diccionario de la lengua castellana el término muerte se define como: Cesación o término de la vida. En el pensamiento tradicional, separación del cuerpo y el alma.

Cuando Dios creó al ser humano hizo una obra que era buena en gran manera; le dió al hombre un trabajo benéfico, administrar el Edén, poner nombre a los animales recién creados; le dio una compañera idónea, y también pudo tener una relación personal, cara a cara con Dios. Si miramos esto, satisfizo cada área del ser humano, alma, cuerpo y espíritu.

También puso condiciones que se debían cumplir:
Gén 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: "De todo árbol del huerto podrás comer;
Gén 2:17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás".

Es aquí en donde se nombra la muerte por primera vez y como resultado de la desobediencia a un mandato de Dios; lo que nos indica que el hombre no estaba sujeto a la muerte. Pero vemos que el primer hombre y su pareja fallaron al hacer caso omiso del mandato, fueron expulsados del Edén, perdieron todos los beneficios que tenían, pero mire usted que no murieron, bueno al menos de la manera que nosotros conocemos el concepto muerte.

La muerte que se adquirió en aquel momento fue la muerte espiritual, la separación de Dios, la pérdida de aquella maravillosa relación cara a cara que se tenia con el Creador; como consecuencia de este tipo de muerte vino entonces la otra muerte, con la que estamos más familiarizados, la de tipo físico. Es de esta que quiero que meditemos hoy, tiene usted miedo a morir? teme usted que algún ser querido muera?, está preparado(a) para la muerte.

Estas y muchas más surgen cuando pensamos en algo que no nos gusta pensar, la tan despreciable muerte.

Mientras no entendamos, no la aceptemos como algo natural, no podremos superar ese miedo que nos da el morir. Existen muchos testimonios de personas que han muerto y han llegado hasta lo que se llama el portal, y han sentido mucha paz, han experimentado que es un lugar muy especial y hermoso.

La Palabra nos enseña que la muerte es solo un proceso donde nos liberamos de este cuerpo sometido a la corrupción, para ir ante la presencia de Dios a continuar disfrutando de la vida eterna que nos dio Jesucristo mediante su sacrificio de amor, nos enseña que hay una resurrección de la cual Cristo fue el primero en experimentarla de una manera permanente; pues los milagros que El realizó solo fueron resurrecciones pasajeras pues luego los beneficiados murieron naturalmente, fueron señales necesarias para enseñar la potestad que Jesús tenia sobre todas las cosas y demostrar que era Dios hecho hombre.

Siempre cito la sentencia de Jesús: "errais ignorando las escrituras y el poder de Dios" y es la más grande verdad que hay; en lugar de acudir al manual de vida que nos entregó Dios a través de hombres inspirados por el Espíritu Santo, la Biblia; nos es más fácil creer historias o leyendas que tergiversan los parámetros dados por el Creador y Diseñador de todas las cosas; hacer nuestras doctrinas que van en contravía de la verdad, creemos en la reencarnación, pues ignoramos que la Palabra dice que solo se vive una vez y después el juicio

Creo que hemos tomado desconfianza de las Sagradas Escrituras, debido a los malos testimonios de personas que han tenido participación en las iglesias y a los cuales hemos seguido, olvidandonos que son seres humanos como nosotros, con fallas y limitamientos; y hemos relacionado a Dios con estas situaciones.

Algo que le agradezco a mi abuela materna quien me crió, fue el que siempre me estuvo preparando para entender la muerte mía y de mis familiares y seres queridos como algo que indefectiblemente sucedería, y esto es algo que es bueno aprender primero nosotros y enseñar a nuestros hijos.

Pero porqué sentimos miedo de la muerte, o mejor porqué sentimos miedo a morir?

Creo que es por que no nos sentimos preparados para pasar al nuevo estado, por que no conocemos que hay luego de, por que tenemos sentimiento de culpa por nuestras malas obras, por que algo interiormente nos está diciendo que no estamos andando de acuerdo al diseño correcto de nuestro Creador.

Quiero decirte que Dios es un Dios de amor, que está interesado en lo mejor para ti y para todos; que aun la muerte que nos aterra, es un maravilloso mecanismo para poder disfrutar de su presencia y dejar este valle de lágrimas, dejar este cuerpo que se deteriora, que nos limita al tiempo y espacio; para poder ir a sentarnos en sus rodillas, recostarnos en su pecho y escuchar de su viva voz que soy su hijo amado y desea lo mejor para mi.


Isaias 25:8 El Señor destruirá para siempre la muerte,
secará las lágrimas de los ojos de todos
y hará desaparecer en toda la tierra
la deshonra de su pueblo.
El Señor lo ha dicho.

La muerte no es la cesación o el término de la vida, es un paso hacia un futuro eterno, que tu mismo determinas cómo será, de acuerdo a tu decision con respecto a Dios, y mira que no te digo que con respecto a tal o cual religión o congregación.


Reconcíliate con Dios, conócelo, trata con el, búscale mientras puede ser hallado, y disfruta de la vida abundante que El solo te puede dar, recuerda que la muerte puede llegar cuando menos lo esperas y entonces, qué será de ti?.

Ponte en paz con Dios, arrepientete de tus malas obras y abrele tu corazón para que El venga a vivir en tu ser, te de vida eterna y así pierdas ese miedo a la muerte.


Apocalipsis 3:20 'He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.






sábado, 22 de agosto de 2009

A DONDE VOY?

Quiero hacerle una pregunta, que es muy trascendental para su vida. Si hoy muriera sabe adonde iría su alma?
No voy a hablar de la muerte, aunque el próximo mensaje lo tengo planeado para eso, tampoco pretendo hablar ni discutir cuántos lugares existen después de la muerte, aunque la Biblia habla solo de dos.
Solo quiero que usted haga un alto en su vida y reflexione muy seriamente acerca de este interrogante; he conocido muchas personas desde hace 32 años que conocí y recibí a Jesucristo como mi Señor y Salvador, y he enseñado a muchos; y definitivamente esta es prácticamente la primera pregunta que le hago a las personas que desean que les enseñe acerca de los principios bíblicos; y me he encontrado con variedad de respuestas tanto en personas que llevan muchos años asistiendo a una iglesia, leyendo la Palabra, orando y aun enseñando a otros acerca de la Escritura; pero en un alto porcentaje, casi un 80% todos han mostrado inseguridad de saber donde va a ir su alma al morir, y esto es triste, más en aquellas personas que han asistido a la iglesia por muchos años e incluso han desarrolado ministerios grandes.
Es triste porque nos muestra que el verdadero propósito de la Gran Comisión que Jesús encargó a sus apóstoles no se ha seguido como debe ser; nos hemos enfrascado en "aprender" doctrinas inventadas por hombres, en discutir si debo comer o no comer, beber o no beber, hacer o no hacer y hemos perdido el norte de lo que es la verdadera doctrina de Jesucristo.
Sabe usted porqué la gran mayoría de cristianos oran, leen la Biblia, ayunan, dan las ofrendas y diezmos y muchas otras disciplinas de la iglesia?
Por temor, por inseguridad, por buscar comprar la salvación de sus almas, "por ignorar las Escrituras y el poder de Dios" conforme lo dijo Jesús. Nos hemos vuelto fanáticos religiosos, yo diria que peores que los fariseos y escribas de la época de Jesús.
Pero Bien, vuelvo y te repito esta pregunta: si mueres hoy donde irá tu alma?, o mejor si tu eres cristiano y mueres hoy, estas seguro que iras al cielo? muchas personas manifiestan que no creen que iran al cielo pues son pecadores, se han portado mal y no han cumplido los mandamientos.
Permítame decirle que si ha tenido la oportunidad de recibir a Cristo como su Salvador, usted puede tener la plena seguridad que si muere ahora, su alma va inmediatamente al cielo, porque asi lo ha determinado Dios, El sacrificio que hizo Cristo en la cruz para pagar la culpa por el pecado de la humanidad, es uno y para siempre, nosotros solo debemos creer que El es el hijo de Dios y aceptar su maravillosa salvación que es por pura gracia, para que nosotros la disfrutemos, y permítame decirlo de esta manera: porque a Dios se le dió la soberana gana de darnos ese regalo, no por lo que hagamos para ganarlo o merecerlo, pues ningún sacrificio humano, ningún esfuerzo ni obra alcanza la medida santa de Dios para ganar la salvación; junto con esto para que estemos más seguros, nos selló con el Espíritu Santo y nos lo dejó como arras de este maravilloso
evento, recuerde que las arras se pierden en un negocio si la parte que las da se retracta del mismo, de modo que si no nos salvamos al recibir a Cristo, Dios perdería al Espíritu Santo, y esto no es posible.
Aunque esta doctrina es amplia y profunda, debemos aprender con la dirección del Espíritu de Dios cómo apropiarla y disfrutarla, igual que las enseñanzas básicas para gozar la vida abundante que Dios nos ofrece.
Dios no es hombre para metir, ni hijo de hombre para arrepentirse. Lo que El promete lo cumple, lo demás depende de usted, qué tanto conoce al Padre celestial, qué tanto se comunica con El, que tanto se deja contemplar por El? Hay muchos libros a parte de la Biblia que hablan de Dios, yo podría escribir mucho acerca de estas cosas, pero solo usted en una relación personal con El y dependiendo del Espíritu Santo puede llegar a conocerle verdaderamente.
Es mi oración que estas gotas le lleven a buscar la verdadera fuente de vida, y recuerde que Jesucristo se fue a prepararnos un lugar en el cielo para cuando seamos llamados a su presencia.
Juan 3:16 "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna."
Si deseas más información de cómo estar seguros de conocer a Dios, escríbeme a fejos60@yahoo.es , y con gusto le enviaré un material de estudio; que Papá Dios nos continue bendiciendo.

sábado, 15 de agosto de 2009

LA OFRENDA Y EL PERDÓN

En cierta ocasión una persona relataba que era fiel en dar sus diezmos y ofrendas en la iglesia que asistía; pero que a la verdad no veia ninguna bendición y estaba muy mal económicamente, no entendía a que se debía esa situación, si en la Biblia dice que sería bendecida al dar.
He escuchado esto de muchas personas y en los primeros momentos de mi vida pastoral también medité el porqué.
Hay varios factores que pueden influenciar a que esto suceda; empecemos mirando al evangelio de Mateo capítulo 5 versos 23 y 24; he aquí una maravillosa declaración de Jesús donde nos enseña que el dar, va más alla del dar.
Esta porción de la Palabra nos confronta con el perdón (algo que ya traté en un artículo anterior en este blog) y que está muy ligado con el dar ofrendas a Dios.

Mat 5:23 Si vas, pues, a presentar una ofrenda ante el altar y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,
Mat 5:24 deja allí tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda.
Qué tremendo es guardar amarguras en nuestro corazón, pero mire usted que lo que dice el Señor va más alla: " y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti," no es que yo tenga algo contra el, que esto también tiene sus consecuencias, nooo, nos lleva a considerar porqué mi hermano, mi prójimo, tiene algo contra mi. Alguna vez hemos pensado que muchas personas han desarrollado hacia nosotros algún sentimiento adverso, o nos llevan a la mala como se dice algunas veces, por que sencillamente nosotros con algún comportamiento indebido hemos propiciado que esto suceda?, quizá una palabra dicha inoportunamente, una mirada, o sencillamente un gesto, pueden desencadenar que esto suceda, y Jesucristo conocedor de estas situaciones nos exhorta a arreglar esto para que nuestra ofrenda sea agradable delante de Dios.
Cuántas bendiciones hemos perdido por ignorancia, por no profundizar sobre lo que nos enseña el manual de vida que Dios nos ha entregado, por tomarlo a la ligera, y aun por inventarnos doctrinas que nada tienen que ver con lo que la Palabra nos llama a vivir, y peor aun por no ser diligentes como nos exhorta San Pablo de confirmar si lo que se nos predica en la iglesia es cierto; tragamos entero y dependemos confiadamente de un pastor o ministro, incluso de los que no lo son, en lugar de depender de aquel que vino a darnos luz y entendimiento y sabiduría de la maravillosa Palabra de Dios, el Espíritu Santo.
Muchas veces tiramos nuestras ofrendas a la basura por que las damos faltos de entendimiento o a manera de chantaje con Dios, sí, asi como lo lee, le decimos a El, si me ayudas en esto o aquello, si me das esto, yo doy el diezmo, o dono a la iglesia tanto, y esa no es la manera correcta, recordemos que el dar es una bendición y debe hacerse de corazón y no por necesidad pues Dios suple nuestras necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria, y si somos sus hijos El tiene cudado de nosotros, pues no es un Padre irresponsable ni desalmado.
La próxima vez que lleves tu ofrenda ante el altar de Dios, revisa primero donde has fallado, arregla las cosas con tu hermano y también con Dios, y entonces procede a disfrutar de la aventura del dar.
Quiero advertirle algo. No se desanime si Dios no le provee una recompensa financiera
inmediata . Las posibilidades y formas de las bendiciones de Dios son infinitas. El puede tener un plan diferente para usted. Dios conoce sus verdaderas necesidades y usted debe darle libertad para hacer Su mejor obra en su vida. El puede mejorar su salud y fortalecer su cuerpo. El puede ayudarlo a realizar mejor su trabajo, puede ayudarlo a reducir sus gastos, o a cambiar sus hábitos respecto al dinero, de modo que pueda vivir mejor con sus ingresos actuales. O El puede enseñarle a experimentar contentamiento con lo que tiene, para que usted pueda gozar de un mayor sentimiento de plenitud en su vida. Pablo afirma esto:
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia, en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.
Muchos cristianos confunden el significado de la bendición.
Al igual que Pablo, Job era un hombre experimentado en la prosperidad y en las privaciones. La verdadera prosperidad es vivir y dar según el nivel al cual Dios le ha llamado, con todas las
necesidades suplidas por Su provisión.
Y recuerda, nunca tragues entero, la Palabra es para oir, leer, estudiar, memorizar y meditar; y el Espíritu Santo es quien te lleva a toda verdad, pues su único interés es glorificar al Padre.

Hch 17:11 Eran éstos más nobles que los de Tesalónica, y recibieron con toda avidez la palabra, consultando diariamente las Escrituras para ver si era así.

sábado, 8 de agosto de 2009

FINANZAS PERSONALES PARTE 2

Esta es la segunda y última parte de Finanzas Personales, son directrices muy importantes para tener en cuenta, léelas y meditalas con una mente abierta y sin perjuicios, deseo que sean prosperados en todas las cosas y en especial en sus finanzas, pero recuerda que aunque son muy necesarias no son lo más importante, lo más importante es ser buen administrador.
Te recuerdo que este es parte de un material de estudio del Seminario Reina Valera, de Texas, si deseas conocer mñas acerca de este entra a esta página y anímate a estudiar, es gratuito,
www.seminarioabierto.com

¿Cómo puedes encontrar maneras de gastar menos? Tú puedes tener más de una docena de ideas. Por ejemplo:
• Escogiendo entretenimiento o recreación que cuesta poco o nada – caminatas, viajes en bicicleta, conciertos gratis, etc.
• Moviéndose a una casa más pequeña, auto, y cosas similares.
• Comprando al mayoreo los gastos del hogar
• Pagando las deudas
• Evitando comprar al crédito
El objetivo es una cuenta positiva de dinero – ganar más que lo que gastas. Si te encuentras en una situación de una cuenta negativa de dinero, toma tiempo para examinar tu compromiso de trabajar, y de un estilo de vida de simplicidad cristiana.
“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para alguien en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia” (Colosenses 3:23-24).
Usa la Deuda Cautelosamente
Hay muchos peligros en el uso de la deuda personal, y pocos usos positivos.
“La deuda es la esclavitud de los libres.”
“La deuda y la miseria viven en la misma calle.”
“Es mejor acostarse sin cenar que amanecer endeudado.”
“Si alguno de tus compatriotas se empobrece y no tiene como sostenerse, ayúdale . . . así podrá seguir viviendo . . . No le exigirás interés cuando le prestes dinero” (Levítico 25:35-36)
“Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores” (Proverbios 22:7).
¿Qué es deuda?
Deuda es todo lo que se le debe a otro. Hay tres tipos de deuda que deben preocuparte:
1. Tarjeta de Crédito
Para muchos de nosotros, esta es la forma de crédito más fácil de obtener y a menudo la más cara. Es la raíz de muchas, muchas bancarrotas personales.
Es una realidad, si incurres en una deuda de $3,000 en una tarjeta de crédito y haces el pago mensual mínimo de 2 por ciento por 19 años y 3 meses, todavía deberías $2,0001.69. Es perfectamente legal, pero es un error costoso que comenten miles de personas cada día.
Si usas la tarjeta de crédito, limítate a una tarjeta, y paga el balance mensualmente. Considera usar una tarjeta de debito en vez de tarjeta de crédito. Funciona como cheque para tener acceso al dinero que tienes en tu cuenta.
2. Deuda del Consumidor
El préstamo de un auto es un ejemplo de deuda del consumidor de un artículo que se deprecia. Una práctica sabia es no prestar dinero nunca por artículos cuyo valor se deprecia.
¿Has invertido tiempo suficiente investigando maneras de evitar duda de consumidor? Por ejemplo, posponer una compra hasta que hayas ahorrado suficiente para comprar lo que deseas. Piénsalo dos veces antes de financiar la compra de cualquier cosa que va a perder su valor.
3. Deuda de hipoteca
Esta es la deuda en tu casa o tu préstamo sobre el valor de tu casa.
Un error que la gente a menudo comete es comprar una casa que realmente no puede pagar.
Generalmente tiene más sentido comprar una casa más barata e invertir la diferencia. Pon mucha atención a la compra de tu casa. Es mejor comprar una casa que puedes pagar que gastar demás porque consideras tu casa una inversión. Esta es la compra mayor que la mayoría de personas hace en la vida. Es importante medir las posibilidades antes de tiempo.
Conviértete en una persona Libre de Deudas
Para los que están endeudados sigan estos siete pasos para salir de ellas:
• Haz una lista de todo lo que debes.
• Ponte una meta realista de pagos.
• Vende todas las cosas innecesarias.
• Decide vivir dentro de tus posibilidades—gastar menos que lo que ganas.
• Desarrolla un plan detallado para cancelar tus deudas.
• No añadas nuevas deudas.
• Aférrate a tu plan.
Recuerda este texto: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
Da Generosamente
La generosidad al dar debe ser parte del estilo de vida de cada cristiano. Rompe el control que el dinero tiene sobre nosotros.
“Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera” (1 Timoteo 2:18-19).
Hay tres niveles de contribuir.
El primer nivel de contribución es el diezmo.
Dios ha escogido financiar su ministerio a través del diezmo – el diez por ciento de lo que recibimos de El. No diezmar es considerado un robo a Dios (Malaquías 3:8).
Diezmar no es una manera de asegurarnos la bendición de Dios. Más bien, es una manera de reconocer a Dios como el dador de cada bendición. Debes de dar tu diezmo en la iglesia local en la que eres alimentado espiritualmente.
La Tradición de Diezmar
Diezmar es idea de Dios. Al comienzo del pueblo Hebreo Abraham fue el primer diezmador. El dio los diezmos al sacerdote de Dios, Melquisedec (Génesis 14:20). Su nieto, Jacob, siguió la tradición, ofreciendo dar el diezmo voluntariamente de todo lo que Dios le diera.
Más tarde, Moisés enseñó al pueblo de Dios a diezmar de sus ganancias. El pueblo debería dar cada año una décima parte de sus ganancias tanto del campo como del ganado (Deuteronomio 14:22). Moisés enseñó al pueblo diciéndole, “El diezmo pertenece al Señor” (Levítico 27:30). Inicialmente todos los diezmos eran llevados a un lugar céntrico de adoración—Betel o Jerusalén—y se celebraba una gran fiesta de adoración y alabanza a Dios. El resto de los “diezmos” eran distribuidos a los necesitados y los sacerdotes. Conforme pasó el tiempo se notó que el festival del diezmo en un lugar central descuidaba los pobres en los pueblos rurales y en sus propias ciudades. Por lo tanto, cada tercer año el festival del diezmo era celebrado localmente y los necesitados de cada lugar eran servidos mejor.
Los Levitas colectaban los diezmos, (ojo, colectaban no cobraban) y estaban encargados de distribuirlos para ceremonias de adoración, para los necesitados y por último, para ellos mismos. Ellos deberían de diezmar el diezmo del diezmo que recibían. Además, deberían de dar lo mejor del diezmo del grano y del ganado a Dios para adoración, luego a los pobres, y a ellos les quedaba lo que sobraba. Dios sabía que algunos sacerdotes se verían tentados a quedarse con lo mejor para ellos mismos, por lo que Dios usó a Moisés para decirles que si hacían trampa con el diezmo, el Señor los mataría.
Tiempos más tarde, los profetas exhortaban a los que robaban los diezmos y ofrendas a Dios (Malaquías 3:8-11) y a los que daban su diezmos por asuntos legales pero que carecían de misericordia y justicia en su corazón (Amos 4:4). Conforme paso el tiempo el significado espiritual del diezmo se erosionó y el diezmo vino a ser más un impuesto del templo, los que estaban en poder en Jerusalén lo cobraban con vigor. En los tiempos del Nuevo Testamento Jesús dijo poco acerca de los diezmos. Una vez criticó a los Fariseos quienes daban sus diezmos de todo, cuidadosamente, hasta de las hierbas que crecían en sus jardines – así que Dios no podía reclamarles que no daban sus diezmos y mandar juicio sobre ellos—pero descuidaban la misericordia y la justicia.
Pero Jesús también dijo, “No pienses que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento” (Mateo 5:17, NVI).
En la iglesia del primer siglo parece que dijo muy poco acerca del diezmo. Ellos dieron mucho más que una décima, darlo todo en vez del mínimo estipulado por el Antiguo Testamento era practicado muy a menudo por los que arriesgaban su vida, reputación, persecución, y aun la muerte por su fe.
El Didache, un grupo de escritos del segundo siglo, prescribe diezmos o “primicias” del “dinero, ropa, y de todas las posesiones.” Líderes del cuarto siglo como San Jerónimo y San Agustín enseñaron claramente dar un diez por ciento a Dios.
A través de Europa, diezmar era una manera tradicional de sostener el trabajo de la iglesia durante los siglos quinto y sexto. En el siglo ocho los gobernantes Carolingian hicieron el diezmo parte de la ley secular.
Durante los tiempos medievales, el sistema del diezmo fue refinado y bastante complicado con diezmos de predios—cosechas, diezmos personales—salarios, y diezmos mixtos—ganado. Algunos diezmos se le daban al sacerdote local y algunos al vicario.
En la Inglaterra del siglo 16 y 17, los diezmos eran parte de la ley. Estos sostenían la iglesia del estado. Los Puritanos se revelaron en contra del diezmo impuesto y se lanzaron a la guerra—también habían otros asuntos—demandando diezmos voluntarios para sostener a los ministros.
Históricamente, cuando el diezmo se ha convertido en impuesto ha perdido su dimensión espiritual. Cuando sigue el espíritu de 1 Corintios 16:2-3, en donde cada uno debe dar, y da regularmente—semanal, y da proporcionalmente—de acuerdo a la posibilidad de cada uno, está probado que es una gran bendición.
Pero ¿qué significa hoy dar “proporcionalmente?” El mínimo del Antiguo Testamento era una décima parte. Pero el Nuevo Testamento dice, “procuren también sobresalir en esta gracia de dar” (2 Corintios 8:7). Seguramente sobresalir significa algo diferente del mínimo requerido por la ley del Antiguo Testamento. Si el judío que guarda la ley dio una décima parte, como pueden dar menos los cristianos salvados por gracia. Quizá deberíamos de pensar qué tanto podemos dar y no qué tan poquito.
Enseñanzas Acerca del Diezmo
La Iglesia enseña: “Traed los diezmos al Alfolí”; es la costumbre bíblica y práctica de diezmar fiel y regularmente en la iglesia de la que es miembro la persona. Por lo tanto, el sostenimiento de la iglesia se basara en el plan de traer los diezmos al alfolí, y la Iglesia local será considerada por todos sus feligreses como el alfolí. Exhortamos a todos los que sean parte de la Iglesia a contribuir fielmente una décima parte de todos sus ingresos como la obligación financiera mínima con el Señor y, además, que den ofrendas voluntarias según Dios los prospere, para el sostenimiento de toda la iglesia, local, de distrito, regional y general.”
Una denominación naciente con solamente seis congregaciones adoptó un plan después de consultar con el teólogo Reinhold Niebuhr. Su declaración original decía simplemente, “Nos comprometemos a dar el 10 por ciento de nuestro ingreso total para el trabajo de la iglesia.” Niebuhr les aconsejó, “Yo sugeriría que se comprometan no a diezmar sino a dar proporcionalmente, con el diezmo como una plataforma económica bajo la cual no descenderían a menos que hubiesen razones que compelieran.” El diezmo como “una plataforma económica bajo la cual no descenderían” vino a ser el credo de esa denominación naciente.
El Segundo nivel de dar son las ofrendas.
Esta contribución va más allá del diezmo. El diezmo es considerado la “contribución unificada”—combinada con las contribuciones de otros cristianos para financiar el trabajo de la iglesia local. Las ofrendas son consideradas una “contribución designada.” Esta es una contribución dirigida. Se da en respuesta a una necesidad específica. No toma el lugar del diezmo; más bien, es un suplemento al diezmo. Miles de ministerios no existirían si no fuese por las generosas ofrendas que da el pueblo más allá de sus diezmos.
Dios quiere que demos generosa y alegremente en proporción a la manera en que El nos ha bendecido. O, como Juan Bunyan escribió en el Progreso del Peregrino: “Había un hombre, que aunque algunos lo consideraban loco, lo más que daba, lo más que tenía.”
El Tercer nivel es dar sacrificialmente
Este nivel de dar descansa en la fe. Esta forma de dar es referida algunas veces como “Promesa de Fe.” Esto significa que una persona hace una promesa a Dios que él o ella va a dar una cantidad para la obra del Señor basada en su fe. No es un compromiso, más bien un reconocimiento que la persona estará confiando que Dios en su fidelidad le proveerá los medios para cumplir con su promesa.
Es algo emocionante y maravilloso ver como Dios provee lo necesario cuando el pueblo está abierto y disponible a su liderazgo.
No seguiremos a Jesús por mucho tiempo hasta que nos veamos forzados a ver nuestra billetera, que es otra manera de decir que debemos examinar nuestro corazón.
“Jesús se detuvo a observar y vio a los ricos que echaban sus ofrendas en las alcancías del templo. También vio a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre. Les aseguro—dijo—que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Todos ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para su sustento” (Lucas 21:1-4).
“Dios nos ha dado dos manos—una para recibir y la otra para dar. No somos cisternas hechas para acumular; somos canales hechos para compartir. Si fallamos en cumplir este deber y privilegio divino, hemos fallado en descubrir lo que significa ser cristiano” (Billy Graham).
Por lo tanto, examina tu corazón y ofrece lo mejor al Señor quien dio tanto por ti y para ti:
Promesa de Compromiso de Contribución:
Señor, reconozco que dar es parte de Tu plan para mi vida. Te pido hoy que pongas en mi corazón la manera en que deseas que mi familia y yo contribuyamos a la iglesia durante el próximo año. Me propongo ser sensitivo a tu liderazgo y confió que Tu proveerás los medios para que mi familia y yo cumplamos con la manera que tu deseas que demos.
Firma__________________
Fecha______________________


Departamento de Desarrollo Ministerial de la Iglesia del Nazareno, Kansas City, MO USA. Todos los derechos reservados., Usado con permiso.

domingo, 2 de agosto de 2009

FINANZAS PERSONALES PARTE 1

Hola hoy quiero compartir la primera parte de este importante tema, lo he tomado de un material de estudio del Seminario Reina Valera de Texas.
www.seminarioabierto.com

Dios es el Dueño de la tierra—de todo y cada uno en ella. Dios es el Dueño; nosotros somos solamente mayordomos—administradores—de los recursos de Dios—Mateo 6:31-33.
“Así que no se preocupen diciendo: ‘¿Qué comeremos? O ¿Qué beberemos? O ‘¿Con qué nos vestiremos?’ Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Mas bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:31-33)
¿Te preocupas pensando si vas a tener suficiente de las cosas que necesitas para vivir?
¿Cuál es la clave para no preocuparnos de tales cosas, de acuerdo a este versículo?
¿Cuál es la diferencia entre una “necesidad” y un “deseo?”
¿Qué tan rico es Dios?
¿Piensas que puedes confiar en esta escritura? “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
Hay mucha gente que está bajo presión financiera. Esto pone en peligro su salud, equilibrio emocional, y aun su matrimonio. Algunos de los problemas específicos relacionados con el estrés incluye: dolor de espalda, depresión, palpitaciones del corazón, úlceras, insomnio, y baja productividad.
Hazte un examen de estrés - contesten “si’ o “no” a las siguientes preguntas
1. ¿Te encuentras en una situación de estar con un valor neto negativo? Esto es, si sumas todo lo que tienes y restas todo lo que debes, resultará en un resultado positivo o negativo.
2. ¿Estás teniendo dificultad para estar al día con la inflación? Los ingresos no significan mantener el ritmo con el aumento del costo de vida.
3. ¿Estás preocupado porque puedes perder tu trabajo?
4. ¿Estás atrasado con tus diezmos?
5. ¿Tienes gastos que no están en tu presupuesto que te mantienen fuera de balance financieramente?
6. ¿Discutes con tu cónyuge por el dinero?
7. ¿Estás atrasado en el pago con uno más de tus acreedores?
8. ¿Te han llamado un acreedor porque estás tarde en tus pagos?
9. ¿Has comprado algo que no querías o necesitabas?
10. ¿Has comprado algo que no podías solamente para impresionar?
Si respondiste si a cuatro o más de estas preguntas, es probable que estés sufriendo de estrés financiera. Esto resulta a menudo de malos hábitos financieros que has desarrollado a través del tiempo.
¿Puedes pensar en tales hábitos? Menciona algunos pasos específicos que puedes tomar para cambiar tus malos hábitos en buenos.
El propósito de esta lección es asistirte en este proceso. Comencemos con una ceremonia de exorcismo de tus posesiones. Así es como comenzamos a “dejar nuestra tacañería.” Algunos de nosotros hemos sido enseñados desde nuestra temprana edad que si queremos tener algo, tenemos que trabajar duro para obtenerlo y, una vez que lo obtenemos, debemos esforzarnos fuertemente para mantenerlo. Desafortunadamente, estas personas viven la vida pensando que todo lo que poseen es de ellos.
El problema es que esta tierra está en proceso de deterioración, aun nuestros mismos cuerpos. Las cosas que poseemos se van a gastar. Si por lo contrario, entendemos que todo lo que tenemos es un regalo de Dios—que nosotros somos solamente los administradores—los mensajeros de Federal Express de Dios—de las cosas que Dios nos ha permitido tener, encontraremos verdadera paz mental.
Ahora, con estas cosas en mente, haz una lista de las cosas que más aprecias. Reúne a tu familia, y léeles la lista. Una vez que lo hagas, lee la siguiente declaración:
Estoy aquí para darle gracias a Dios por todas las cosas hermosas que nos ha concedido tener y usar. Mientras doy agracias a Dios por estas cosas, también quiero pedirle que me perdone por esos momentos cuando me olvide que El es el dueño de ellas, y que yo solamente soy el administrado. Hoy, formalmente pongo todas estas cosas bajo el señorío de Dios. Todo lo que está en esta lista pertenece a Dios. Si duran por un largo tiempo, son de Dios. Si aumentan en valor, el incremento pertenece a Dios. Si mañana se queman, son de Dios. Dios me proveyó estas cosas para que las administrara en su lugar. Quiero ser un buen mayordomo de ellas, pero no me quiero preocupar por ellas, porque no me pertenecen, le pertenecen a Dios.
Oración: “Señor, ayúdame a ser un buen Mayordomo de lo que me has provisto. Ayúdame a recordar que nunca debo amar las ‘cosas.’ Las cosas son para ser usadas. La gente fue creada para ser amada. Ayúdame a usar para tu gloria las cosas que administro. No permitas que haga con alguna posesión algo que te avergüence. Como dueño, puedes tomar estas cosas como y cuando lo desees. Ayúdame a estar contento con mi relación contigo y con otros, y no permitas que sienta avaricia por cosas materiales que puedan dañar estas relaciones. Y nunca permitas que de importancia a las cosas que no son duraderas. En el nombre de Jesús. Amén.”
Memorización de la Escritura:
“Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan” (Salmo 24:1).
Trabaja Diligentemente y Vive una Vida de Simplicidad
Para obtener libertad financiera debes gastar menos de lo que ganas. Esto quiere decir ganar más o gastar menos.
“Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño” (Eclesiastés 9:10).
El trabajo es un don de Dios. Nuestra vocación es sagrada y debe ser ofrecida a Dios como una forma de adoración; por lo tanto, no debe existir tal cosa como un cristiano perezoso en el trabajo. Trabajamos para sobrevivir. Trabajamos para acumular recursos y ahorrar para el futuro. Trabajamos para encontrar satisfacción personal. Pero sobre todo, trabajamos para ministrar a otros.
Hazte estas preguntas:
¿En qué maneras y bajo qué circunstancias he sentido mi trabajo como una ofrenda a Dios?
¿Soy culpable de evitar el trabajo?
¿He cometido el error de adorar mi trabajo y no a mi Creador?
¿Cuál es mi filosofía de trabajo?
La sencillez es muchas veces un paso necesario para obtener libertad financiera. Simplicidad es “estar dispuestos a desenredarnos de demasiados compromisos y liberarnos de deudas y obligaciones que nos mantienen ansiosos y agotados.”
“Donde hay sencillez no hay nada artificial. Uno no trata de aparentar ser más joven, o más sabio, o más rico que lo que uno es.”
Para obtener libertad financiera a través de la sencillez, debemos estar al tanto del estilo de vida del consumidor. El consumismo se alimenta del orgullo, envidia, y egoísmo. Hay muchos libros escritos en este tema. La sencillez cristiana comienza con el compromiso de evitar consumir demasiado, y abrazar la simplicidad cristiana.
Comienza examinando tu flujo de dinero. ¿Cuánto pasa por tus manos, y hacia dónde va?
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