"Bienaventurados los mansos, por que recibirán la tierra por heredad"
Para empezar miremos qué significa manso: adj. De condición benigna y suave. Esta es la segunda acepción del diccionario de la lengua española, y para términos literarios es correcto, pero al nosotros ir a la Escritura, no podemos pensar en términos españoles, aunque así tenemos la Biblia para poder leerla, debemos ir más allá, debemos leerla y estudiarla de acuerdo al contexto, literario, cultural y otros tantos elementos a tener en cuenta.
Cuando pensamos en manso, siempre tenemos la imagen de una persona apocada a la que se le pueden hacer cuantas cosas queramos y no dirá nada; pensamos en aquellos que nunca llevan la contraria para no provocar problemas.
Pero en las Escrituras tiene un significado más profundo; consiste no solo en el comportamiento externo de la persona, ni tampoco en el comportamiento con otras personas; mas bien es una obra que se realiza en el alma, y que se debe ejercer prioritariamente para con Dios; es aquel entendimiento y disposición para entender sus tratos como positivos y benéficos, sin discutirlos ni cuestionarlos y mucho menos resistirlos. El ser manso está relacionado directamente con el término humildad y es resultado de ella. De modo que no debemos pelear, ni contradecir a Dios, pues de ser así estamos perdiendo la verdadera formación y la herencia disponible para los que cumplimos con sus lineamientos. Bueno dije prioritariamente con Dios, pero como consecuencia se refleja en el trato con nuestros semejantes, entendiendo que muchas agresiones e insultos son permitidas para formarnos como dignos hijos de Dios.
Es muy importante entender que la mansedumbre enunciada por el Señor y recomendada a nosotros los creyentes es el resultado de poder; cuando se dice que alguien es manso, se piensa que no puede defenderse, pero en nuestro caso, los hijos de Dios tenemos todo un potencial de defensa listo para protegernos y defendernos, tenemos a nuestra dispocición todo el poder de Dios, ahh que no lo creemos o lo ignoramos es otra cosa; hay tantas cosas de nuestra herencia que ignoramos que por eso vivimos vidas derrotadas y frustradas en nuestro ser interior.
Permítame citar un ejemplo: Un hombre compró un boleto para viajar en un crucero; antes de abordar compró galletas y mantequilla, luego de 3 días de travesía, estaba hastiado de comer solo galletas con mantequilla y uno de los empleados del barco lo vio y le preguntó: señor usted tiene un boleto? el hombre se lo mostró y el empleado le dijo: qué hace usted comiendo mal si en el valor que pagó está incluido todo lo que quiera comer y beber y otros servicios?
Así nos pasa a los que decimos creer; no disfrutamos la multiforme gracia de Dios por que ignoramos las Escrituras y el poder de su Gloria.
Nos empeñamos en pelear guerras que no tenemos que pelear, sabiendo que la principal guerra es contra nuestra pereza y negligencia, pues no estudiamos, no escudriñamos, creemos todo lo que nos dicen sin comprobarlo; nos acostumbramos a discutir y a rechazar la formación de Dios para nuestras vidas, sin tener la capacidad de mirar más allá de nuestras narices; somos felices creyéndonos los non plus ultra por que leemos la Biblia, vamos a la iglesia y "cumplimos" con los deberes cristianos, pero miramos por encima del hombro a los que no siguen nuestra misma "creencia" o no actuan como nosotros. Con estas y muchas otras acciones, estamos negando el nombre de Dios y su misericordia y amor hacia la humanidad.
Bienaventurados los mansos.......; si cuestionamos a Dios, le echamos la culpa de nuestros errores, y hasta lo negamos con nuestras acciones, calificaremos para heredar la tierra? para disfrutar de la vida abundante que nos prometió Jesús?
Ser manso, es ser humilde, en primera medida hacia nuestro Creador y Diseñador y como consecuencia con nuestro prójimo, recuerde, también se incluye a nuestros familiares, son los primeros, no entiendo cómo muchos cristianos, van a la iglesia, oran, leen la Biblia, enseñan y hasta dan los diezmos y las ofrendas y no le hablan a sus padres, a sus hermanos de sangre, o están en conflicto con sus parejas e hijos; como decía mi abuela, "Para qué van a la iglesia si están haciendo morcillas pal diablo".
Revisa tu vida, tu relación con Dios, con tu prójimo, con el medio ambiente, contigo mismo, pues la vida siempre pasa la factura y en la eternidad podrás vivir como un pobre espiritual.
"Pero los mansos heredarán la tierra , y se recrearán
con abundancia de paz" Salmo 37 11.