"Enfrentando una montaña, no renunciaré,
seguiré esforzandome hasta alcanzar la cima,
hallar un paso, hacer un tunel,
o simplemente quedarme donde estoy,
y convertir la montaña, en una mina de oro
con la ayuda de Dios"
En estos días mientras veía por televisión satelital el lanzamiento de Edupol, una empresa de educación con un sistema muy novedoso para nosotros y efectivo; el invitado para dar la conferencia principal fue uno de los sobrevivientes de la catástrofe aerea en los andes de hace aproximadamente 30 años, su testimonio muy diciente y sentido, pero lastimosamente solo mencionó a Dios para decir que lo insultó en su desespero; pero todo lo atribuyó a la suerte; admiro su tenacidad de no quedarse sentado esperando a que llegara la ayuda, sino que caminó hasta encontrarla, arriesgando su vida; esto me trajo a memoria el texto que escribo al comienzo de estas gotas; estando en las montañas de Antioquia hace ya 30 años, como misionero, leí un libro del que no recuerdo su nombre ni autor, pero si esta estrofa.
Contínuamente en nuestro caminar por este mundo, enfrentamos muchos sinsabores, problemas y sentimos que vamos a morir, pero al escuchar a otros en peores circunstancias, es el momento de agradecer a Dios pues las nuestras son pequeñeces.
He aprendido que para lograr un buen vino las uvas deben ser maseradas, para un buen aceite las aceitunas deben ser presionadas y el pan se logra luego de triturar el grano. Son reflejos de que las cosas que nos pasan son para formación, Dios nunca se equivoca, solo que nosotros somos los que rechazamos el tratamiento y frenamos la bendición; nos peleamos con nuestro Creador, le echamos la culpa por todo lo que nos sucede, creemos que sabemos más que El, que equivocados estamos; el que la bendición esté sobre nosotros no significa que tengamos la aprobación de Dios, hemos perdido el rumbo y estamos viviendo para nosotros, olvidando que hay una área de nosotros que clama encontrarse con nuestro Diseñador, hay una parte de nosotros que quiere renacer y disfrutar del verdadero diseño para el cual fuimos puestos en este mundo.
Es tiempo de despertar, es tiempo de convertirnos en ese excelente vino, en ese fino aceite y en ese sabroso pan; no te olvides que Dios está buscando verdaderos adoradores, no religiosos ni místicos, ni fanáticos; no, El quiere hombres y mujeres dispuestos a disfrutar de las mieles de la bendición, que quieran entrar en el Secreto de Dios; El está buscando ese tipo de personas.
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