lunes, 12 de julio de 2010

¿CUÁN GRANDE ES TU JESÚS?

Uno de los grandes males que los pastores y líderes de la iglesia le han hecho y continuan haciendo a los creyentes, es crear y mantener el cordón umbilical espiritual; es necesario e indispensable que un nuevo creyente sea alimentado mientras alcanza madurez, pero, creyentes que llevan años recibiendo las enseñanzas, aun se les tenga que estar dando todo mascado, eso si es fatal, y siempre el pecado es de nosotros los líderes; lastimosamente en muchas congregaciones no se les enseña a los creyentes que ellos tienen el poder de Dios y la capacidad de hacer todo lo que está prometido en la Biblia; porque muchos líderes y pastores siguen creyendo que las ovejas son de su propiedad, que la iglesia es de su propiedad y si la gente aprende a no depender de ellos entonces los ingresos se bajan, pues ya no se puede manipular a los asistentes.
Pablo enseña en la Palabra que mientras el hijo sea niño y esté bajo el cuidado de tutores, aunque sea hijo y heredero, será como un esclavo, solo cuando alcance la mayoría de edad es entonces que el Padre le entregará la herencia.
Queremos seguir viviendo como esclavos, siendo libres y con derecho al poder y la herencia de Dios?
Les comparto esta enseñanza del hermano David Wilkerson, muchas bendiciones.

¿CUÁN GRANDE ES TU JESÚS?

Juan 14 contiene dos magníficas promesas. En la primera, Jesús declara: “De
cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:12-14). Jesús
lo dice con total claridad y simpleza: “Pidan cualquier cosa en mi nombre y
Yo lo haré”.

Dos versículos después, Jesús promete: “Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os
dejaré huérfanos; vendré a vosotros” (Juan 14:16-18). Acá Cristo está
diciendo: “Voy a darles el Espíritu de Verdad. Y su poder permanecerá en
ustedes”.

Se trata de dos increíbles promesas de Jesús. Sin embargo, note el versículo
emparedado entre éstas: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan
14:15). ¿Por qué aparece aquí esta declaración? Cristo nos está diciendo:
“Hay un asunto de obediencia ligado a estas promesas”. En resumen, ambas
promesas tienen que ver con guardar y obedecer la Palabra de Dios. Fueron dadas
para ser cumplidas, de modo que nada nos impida solicitar el poder que es
Cristo.

Estoy convencido de que pedir poco o nada en el nombre de Jesús es un reproche
para Él. Año tras año, muchos cristianos se contentan con menos y menos.
Finalmente, se contentan tan sólo con la salvación. No tienen otras
expectativas aparte de llegar al cielo algún día.

Le pregunto: “¿Llegó usted al final de su Cristo? ¿No espera nada más que
ser salvo por Su poder y gracia? ¿Su Cristo se agota con apenas la fuerza
suficiente para sobrevivir un día más? ¿Termina Él con usted en el lugar
ocasional de paz y gozo, en medio de una vida mayormente vivida bajo el
hostigamiento de Satanás?

Todos estos pasajes en la Palabra de Dios me convencen de que “mi” Jesús
es más grande que mis peticiones. Aun así, tristemente, muchos creyentes
hacen que Cristo se vea insignificante y sin poder a causa de su incredulidad.
Amado, yo no quiero que mi Cristo sea limitado. Por el contrario, quiero que
todo diablo en el infierno sepa cuán grande es mi Dios al ver cuán grandes
son mis peticiones. Quiero más de mi Cristo. Quiero que sea más grande que
nunca en mi vida.

lunes, 31 de mayo de 2010

CRISTIANOS DE VERDAD

Rev 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al que venciere, daré a comer del Maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un Nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Cuál es el maná escondido? Volvamos al comienzo; el maná fue el alimento milagroso que Dios suministró a su pueblo durante el tiempo que estuvieron en el desierto; luego entonces porqué se menciona en el libro del Apocalipsis? y porqué se refiere como un alimento escondido?
El mismo Señor Jesucristo, nos dio la pauta sobre este tema, leamos : Juan 4:32
"Y él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis."
Juan 4:34 "Les dice Jesús: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra."
Acá está muy claro a qué tipo de maná se refiere el Señor, este es el alimento escondido que lograrán los que verdaderamente se arrepienten y se vuelven a Dios, permítame decirle que este alimento solo se disfrutará por aquellos que le buscan de todo corazón y de manera personal; a qué me refiero con esto, muy sencillo, de la misma manera que hay personas que nunca cortan el cordón umbilical en una casa y dependen de sus padres aun estando casados, así mismo en la iglesia hay muchos, la mayoría, que prefieren seguir siendo amamantados cuando ya pueden comer solos; Pablo dice que solo cuando el hijo crezca y sea digno de la herencia la podrá disfrutar. No hagamos daño a las ovejas de Dios que están a nuestro cuidado, impidiéndoles conocerle por no enseñarles a caminar de la mano del Espíritu Santo.
Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, aquel os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Dejemos ya de hacer el papel que no nos corresponde, dejemos de manipular, llevemos a la grey de Dios a su conocimiento, a la libertad, deben aprender a caminar solos pues los tiempos que vienen necesitarán enfrentarlos y saber que están confiando en El que nunca miente y nunca falla. El maná escondido es el verdadero alimento, y es hacer la voluntad de Dios, pero el único que verdaderamente la conoce y nos puede enseñar es el Espíritu de Dios. 1Jn 2:27 Y la Unción que vosotros habéis recibido de él, permanece en vosotros; y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la Unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, permaneced en él.
Mientras no tengamos intimidad con El Señor, podremos escuchar ese juicio terrible: "..nunca les conocí..."
Cito textualmente este aparte de David Wilkerson:
"En estos días, el Señor necesita Cristianos que no sean llevados por doquier de todo viento de doctrina; que no permitan que hagan mercadería de ellos; que tengan discernimiento y no sean engañados; que no necesiten un maestro especial con alguna nueva revelación; que no necesiten un pastor humano que guíe cada paso de ellos; que no tengan que depender de otros para ser felices o para tener fortaleza espiritual – pero que hayan sido probados y tratados y han comprobado que la propia vida de Dios está en ellos, proveyendo gracia y misericordia para ayudarlos en cada necesidad. Que Cristo haya sido revelado no sólo a ellos, sino también en ellos. Que están extrayendo de la fuerza de su hombre interior, de acuerdo a las riquezas de Su gloria."

El que tenga oidos para oir oiga.
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