CARTA DE AMOR PARA TI

Eres especial tesoro; busca el secreto de Dios y El alli te enseñará cosas grandes y ocultas que tu no conoces.

VOLVER AL DISEÑO

El ser humano fue creado con unas condiciones muy interesantes; hecho a imagen y semejanza de Dios, se le encomendó un buen trabajo: cuidar del Edén y poner nombre a los animales, tuvo una compañera idónea, y sumado a esto, el tener una comunión personal y cara a cara con su Creador; todo esto bajo el diseño divino; años después el diseño de Dios se vio en el encargo hecho a Noé, un arca fabricada en una madera especial, calafateada bajo ciertos parámetros y con medidas específicas, muy bien detalladas, de igual manera la cantidad de seres que abordarían esta embarcación. Moisés entra en el escenario y bajo la dirección de Dios recibe los mandamientos para los seres humanos y las instrucciones para construir un lugar donde estaría la presencia de Dios; diseño preñado de detalles en gran manera. Luego David recibe el diseño del templo que reemplazaría la tienda hecha con pieles y su hijo Salomón realiza la construcción.

He mencionado algunos de los encargos hechos por Dios a hombres que aprendieron a buscar su presencia y por esto fueron bendecidos en gran manera.

Jesucristo, vino también a este mundo con una encomienda preparada bajo el diseño de Dios, el maravilloso plan de redención para la humanidad y el mundo como tal; el cual se cumplió al pie de la letra, permitiéndonos disfrutar y llegar a su presencia sin sacrificios de nuestra parte ni pagos humanos.

Al partir hacia la diestra de Dios Padre; a través de los apóstoles, nos encargó La Gran Comisión y dejó un diseño establecido para la Iglesia, el cual sería preservado por la obra del Espíritu Santo; lastimosamente y desde el primer siglo, el diseño se ha pervertido y la búsqueda de la presencia de Dios es algo que actualmente ha sido desplazada, por programas humanos y el deseo de hacer las cosas como el hombre quiere.

Dios en su infinita misericordia está formando un pueblo que esté dispuesto a salirse de los formatos humanos, que sea sensible al diseño de Dios, dispuesto a entregarle como ofrenda agradable lo más preciado que tenemos y lo único que nos pertenece: nuestro corazón.

El llamado de Dios es a buscarle con todo nuestro ser, pero sin ser religiosos, sin ser fanáticos; siguiendo, no las enseñanzas de hombres, sino las instrucciones de nuestro Padre y Diseñador; las cuales se aprenden y se entienden, yendo a Su Presencia, teniendo hambre y sed de justicia, para ser saciados y de esa manera podamos llegar a la estatura de su plenitud y así formar parte de la esposa, santa, pura y sin mancha ni arruga.

Ya no hay tiempo de seguir siendo un mero asistente a la iglesia, y contentarnos con pertenecer a x congregación; es tiempo y es ahora, de permitir que Dios nos renueve conforme al diseño original, hechos a su imagen y semejanza, para cumplir con la máxima encomienda.

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." Hechos 2: 42